Auditores especialistas en cuentas en la ciudad de Sevilla. En muchas ocasiones las entidades se plantean la necesidad de realizar una auditoría de cuentas o no, en especial cuando la empresa tiene planes de crecimiento y expansión en un futuro. Es una excelente herramienta de control financiero y administrativo, para poder mejorar e implementar estrategias contables adecuadas que mejoren el rendimiento de la sociedad.
En Audiel, nos preocupamos por el futuro de tu empresa, es por ello que creemos que las auditorías es un instrumento esencial para la expansión empresarial. Contamos con grandes profesionales en el sector de la auditoría, para asegurar una buena implantación de este recurso.
Nuestro enfoque se centra en verificar la precisión y la integridad de los registros financieros de su empresa. Incluyendo la revisión del balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de flujo de efectivo, el estado de cambios en el patrimonio neto y la memoria. Estos componentes son esenciales para realizar un servicio de auditoría de cuentas de calidad, crucial para tomar decisiones informadas y fundamentadas en datos.
El balance de situación muestra el estado financiero de la empresa en un momento en específico. En este documento se encuentra tanto los activos (lo que la empresa tiene), los pasivos (lo que debe) y el patrimonio neto (el valor total después de restar los pasivos a los activos). Es importante para las auditorías contables porque releva la situación patrimonial y financiera de la entidad, factor clave para analizar el presente.
Este documento registra los ingresos, gastos y el beneficio o pérdida durante un periodo. Es fundamental para los auditores contables ya que evalúa la rentabilidad y la eficiencia operativa de la empresa.
Este documento muestra cómo la empresa genera y utiliza el efectivo y equivalentes de efectivo, clasificándolo en actividades operativas, de inversión y financiación. Es clave para la auditoría contable para comprender cómo la empresa gestiona la liquidez y la solvencia.
Detalla los cambios en el patrimonio de la empresa durante una fecha en concreto, incluyendo las ganancias retenidas y otras reservas. Este informe aporta una visión de cómo los cambios afectan la posición financiera de la empresa.
Esta aporta información adicional sobre los datos presentados en los estados financieros, explicando las políticas contables, detalles de ciertas cuentas, y otros datos relevantes. La memoria es crucial para entender el contexto y los detalles detrás de los números presentados.
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El periodo de tiempo de la realización de una auditoría de este estilo depende del volumen de operaciones de la entidad analizada, además de su situación financiera y la complejidad que posea. Asimismo, depende también la rapidez que tenga la empresa en presentar todos los documentos que le solicitan los auditores.
Sin embargo, en términos generales, una auditoría se resuelve en una jornada de análisis si hablamos de entidades pequeñas, como PYMES, y hasta cuatro o cinco meses para casos muy complejos con operaciones de gran volumen.
Cuando hablamos en términos de auditoría obligatoria para la empresa, debemos de tener en cuenta el cierre contable. Desde este cierre, producido a finales de año, hay un plazo de seis meses para aprobar las cuentas anuales y un plazo de siete meses, es decir, uno más que el anterior, para depositar en el Registro Mercantil. Las cuentas anuales son un conjunto de documentos en el cual se recogen tanto el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias y memoria, el Estado de Flujos de Efectivo y el Informe de Gestión.
Cuando una empresa tiene la obligación de presentar esta auditoría por las características que tiene, además de aportar esta documentación, también tiene que presentar el Informe de Auditor. Este informe debe estar realizado por un auditor inscrito en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC) del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).