La reestructuración y viabilidad del negocio es un plan para mantener la viabilidad de la empresa para evitar la liquidación, aplicando acciones financieras, administrativas y operacionales para resolver los problemas de la entidad. Es por ello que las organizaciones que se plantean realizar este tipo de planes son sociedades con una situación dedicada. La aplicación de este programa permite revivir la estructura empresarial para no tener que pasar por una liquidación concursal.

La realización de estos planes está a manos de un experto en este tipo de procesos, posee una formación en materias financieras y legales para así asegurar una buena gestión de las tácticas a seguir. Nuestros restructuradores de Audiel analizan exhaustivamente todos los aspectos de organización, para diseñar un plan compuesto por tácticas personalizadas adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente.

La reestructuración no solo implica ajustes en materias financieras, sino que también cambios estratégicos que pueden llevar a un cambio en la estructura organizativa de la empresa. Además, en este proceso se revisan los procesos operativos y la implantación de estrategias de mercado, para fortalecer la empresa, reduciendo costes y maximizando la rentabilidad.

El reestructurador puede ser tanto una persona física como jurídica, el cual mediante un juez realiza el nombramiento, la retribución y la duración del cargo. La intervención de ese aporta objetividad en el proceso de mejora, además si lo dicta un juez la intervención de este será de carácter obligatorio. La figura del experto es esencial para solucionar los problemas surgidos en la organización que la solicita.

Cuando se realizan este tipo de acciones financieras, es para reactivar la empresa y evitar que esta tenga que pasar por una liquidación. Por tanto, solo podrán solicitarlas los negocios que tengan una situación delicada, pero sean viables en temas operativos. Empresas que tengan la posibilidad de que el negocio pueda dar beneficios, o cuando su actividad supone un valor superior a la venta de su patrimonio neto. Para poder realizar este tipo de planes, las compañías tienen que aportar un informe de viabilidad empresarial.

Se trata de un paso previo a la vía concursal, esto indica que la empresa puede sufrir cambios serios como modificación del pasivo, activo y de los fondos propios.

Cuando se realiza este tipo de acciones empresariales, la aplicación del mismo es compleja, es por ello que se requiere unos conocimientos específicos. Para su implementación, se tendrá en cuenta la formación de clases de créditos, que posean la misma clasificación que dicta la normativa legal competente.

Se considera que el plan está activo y aprobado cuando haya una votación a favor de más de dos tercios del pasivo en cada clase de crédito.

Existe otra vía por la cual este plan se empieza a implementar, la homologación judicial. Este caso solo tiene lugar en una serie de circunstancias:

• Si se pretende incorporar en el plan de reestructuración empresarial a los acreedores que no hayan aportado propuesta.
• En casos donde la resolución de contratos sea necesaria y beneficie el proceso de reestructuración y viabilidad.
• Cuando se busque salvaguardar los métodos de financiación establecidos en el plan.

La Ley 16/2022 de Reforma del texto refundido de la Ley Concursal es la normativa vigente para este proceso. Esta ley contempla tanto los planes de reestructuración para reactivar la actividad empresarial, con el objetivo para salvar la situación de insolvencia. Los requisitos necesarios para su aplicación son:

1. Un análisis exhaustivo de la situación actual
2. Una valoración de la liquidez y rentabilidad
3. Y una vez se haya determinado su viabilidad, realizar un plan real de pagos para que los acreedores puedan cumplir.